Los pasados 4 y 5 de julio, la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, en el marco de la Acción C6 – Estrategia de replicabilidad y transferibilidad de las lecciones aprendidas en la propuesta – del proyecto LIFE AMDRYC4, junto con la CPMR Intermediterranean Commission, organizó el I FORO INTERREGIONAL MEDITERRÁNEO DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN en la ciudad de Murcia, con la premisa de impulsar estrategias aplicadas a otras zonas de riesgo de desertificación y sequía como el sur de Italia, el sureste de Grecia, y las zonas ribereñas del mar Negro en Rumanía. Por supuesto, siendo España uno de los países más expuestos a la desertificación, esta aplicación se extiende a nivel del conjunto del país, así como a otras Comunidades Autónomas con los mismos retos y riesgos a abordar que los que se presentan en la Región de Murcia en un ejercicio de transferencia metodológica y de resultados para aplicación en otros contextos geográficos.
Durante el día 5 de julio, se realizó una visita de campo a la Finca Experimental Corvera, donde los asistentes podrán comprobar la eficacia y resultados obtenidos de las medidas aplicadas en la finca.
En una primera parada, se mostró a los asistentes la transformación de la finca, desde un sistema abandonado e improductivo, destinado a almendro, en el que se estaban generando numerosos problemas de erosión y degradación, a un sistema integrado por cultivos de almendros, olivos y algarrobos, que están permitiendo reducir notablemente la erosión a la vez que se genera una diversidad de cultivo y otros beneficios ecosistémicos.
Otro de los puntos interesantes de la visita fue mostrar a los representantes y asistentes los resultados obtenidos con la introducción de islas y bandas de vegetación en cuanto a servicios ecosistémicos como el secuestro de CO2, la retención de suelos o la generación de hábitats para la biodiversidad o los polinizadores.
Finalmente, se visitaron las estructuras de retención hidrológica construidas tras la DANA de 2019, que se han constituido como una medida eficaz para reducir la erosión y evitar el movimiento de tierras y la dispersión de la materia orgánica aportada mediante abonado en verde, compost local y aporte de restos de poda, que han logrado mejorar la textura del suelo en la finca, entre otras.