En concreto, el LIFE AMDRYC4 analiza la capacidad de los cultivos de secano como potenciales sumideros de carbono a la par que estudia cómo se produce la regeneración de los suelos que los soportan. De esta manera, se evalúa el servicio ecosistémico del capital natural así como la lucha contra la desertificación de suelos agrícolas de secano mediterráneos.

No hay que olvidar que Murcia, una las regiones más áridas y calurosas de toda España, posee un escenario ideal para poner en práctica ciertas medidas de adaptación al cambio climático que puedan ser monitorizadas y aplicables al resto del área Mediterránea, como las que son objeto de atención por parte de este proyecto. Así, para examinar la idoneidad de esta iniciativa, el Proyecto cuenta con cuatro terrenos experimentales donde se ha cultivado cereal, almendro o esparto. El esparto por ejemplo, tiene la capacidad de absorber entre 80 y 300 toneladas de CO2 por hectárea al año. Los restos vegetales distribuidos por las parcelas también se aprovechan en forma de compost, con lo cual los suelos reciben un aporte extra de nutrientes.

María José Martínez, responsable del Proyecto y profesora del departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología de la Universidad de Murcia, expuso durante la reunión que se realizarán una serie de mediciones de los parámetros ecosistémicos del suelo antes y después de la actuación, “con lo que tendremos indicadores reales, como la capacidad de los suelos para captar carbono, humedad o nivel de filtración, entre otros”. Algunas mediciones se realizarán en laboratorio y otras sobre las parcelas, con un sistema de drones equipados con cámaras de infrarrojos. Con estos datos se podrá cuantificar el coste de cada terreno con el objetivo también de ponerlo en el mercado de carbono internacional.

Tras la reunión, se procedió a visitar dos de los terrenos experimentales, ubicados en Nogalte (Lorca) y en Corvera (Murcia). Una vez allí, Asier Rodríguez, supervisor técnico de los fondos LIFE, pudo comprobar los avances de las plantaciones junto al resto de socios de LIFEAMDRYC4, pertenecientes a la Oficina de Impulso Socioeconómico de Medio Ambiente (OISMA) de la Comunidad Autónoma; la organización agraria COAG; la empresa Ingeniería del Entorno Natural, y la Asociación Nueva Cultura por el Clima (NCC). Los agricultores encargados del cuidado y cultivo de estas parcelas destacaron su entusiasmo ante una iniciativa que “también pretende fijar población en áreas rurales y generar empleo verde local”.

El Proyecto, financiado por el Programa de Medio Ambiente y Acción por el Clima (LIFE) de la UE, se enmarca a su vez dentro de la Iniciativa Internacional: 4/1000: Suelos para la seguridad alimentaria y el clima. A lo largo de sus 52 meses de trabajo, los socios de AMDRYC4 ofrecerán herramientas para la transición hacia una agricultura productiva, resistente, adaptada a los cultivos de secano y que sea generadora de empleos e ingresos. En resumen, “conoceremos a través de sus resultados, nuevas soluciones prácticas para la necesaria adaptación al cambio climático en el área Mediterránea”, concluye la nota.